En un monumental repleto, con J.J. Lopez en el banco de River en reemplazo de Cappa y con un Borghi casi decidido a dejar Boca, se jugó el superclásico.
River sale a buscarlo de entrada. Almeyda posiciona al equipo en terreno rival y se hace eje del equipo. Presionan, aprietan y tratan de jugar en el campo de Boca. Inquietan a la defensa. Rápido, luego de una pared con Ortega, llegaría un disparo peligroso de Pavone.
Boca empieza expectante, es paciente y espera su oportunidad. River busca ser vertiginoso.
Los nervios rápidamente trocarían las ganas de jugar por las de pelear. Se turnaría distintas parejas de jugadores adversarios para intercambiar disimulados golpes y poco disimulados insultos.
River logró ganar las espaldas de los medio campistas xeneixes pero las ansias de concretar, sobretodo en los más jóvenes como Lamela y Pereyra, los dejaría con poco criterio para dar el último pase.
Mouche es el más movedizo en Boca, busca por ambas bandas el desborde para asistir a Palermo. Pero llega muy solo u obligado a jugar de espaldas contra una defensa ordenada.
La segunda jugada de peligro llegaría pasados los 20 minutos. Pereyra desborda y asiste a Ferrari que solo define fuerte y muy arriba del arco.
Justamente Pereyra es el único que sobresale un poco de las fricciones e imprecisiones que tiñen el partido.
Con el correr de los minutos Riquelme iría tomando confianza y se haría cargo de la pelota en Boca pero sin mucha movilidad por la lesión y sin encontrar un socio. Almeyda y Acevedo se turnan para tomar a Roman y se hacen dueños del medio.
Acevedo de tiro libre lo prueba a García.
Sin embargo no hay mayores situaciones. Encontrar pases continuos se hace difícil.
Un pelotazo de Ferrari, luego de varios rebotes le queda a Ortega que amaga, busca abajo y exige a García que saca muy bien. River continua presionando arriba.
Apenas empezado el segundo tiempo Lamela aprieta con un disparo de tiro libre. River sigue dominando con actitud y fuerza más que con juego. Y en un corner, a los 8 minutos, Jonatan Maidana salta, en carrera y cabecea con potencia de pique al suelo al palo. Garcia no llega. River marca el único gol del partido.
Luego por pura inercia Boca arrimaría al arco millonario, con una especie de asedio por amontonamiento. Los de Nuñez empezarían a proteger el resultado.
Con Viatri ya adentro Boca abusaría con el pelotazo a los dos grandotes, y especularía con la segunda jugada. Ambos equipos se pasarían casi todo el segundo tiempo prestándose la pelota.
Con el 1 - 0, River buscaría la contra rompiendo en mitad de cancha. Mientras que Boca sufre cada pase. No se le cae una idea y todo le cuesta. Chavez es el más movedizo y el que trataría de conectar sin éxito los medios con el ataque.
El partido terminaría así, como fue todo el transcurso: mediocre.
Declaraciones post partido:
Riquelme:
Pavone:
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